lunedì 11 agosto 2008

MARIA ELENA WALSH

A pesar de todo (Maria Elena Walsh)


A pesar de todo, me trae cada día
la loca esperanza, la loca poesía.

A pesar de todo, de todas las cosas,
me brota la vida, me crecen las rosas.

A pesar de todo me llueven luceros,
invento un idioma diciendo te quiero.

Un sueño me acuna, y yo me acomodo
mi almohada de luna, a pesar de todo...

A pesar de todo, la vida que es dura,
también es milagro, también aventura.

A pesar de todo irás adelante.
La fe en el camino será tu constante!

A pesar de todo, dejándola abierta,
verás que se cuela el sol por tu puerta.

No hay mejor motivo, si encuentras el modo,
de sentirte vivo... A pesar de todo!

A pesar de todo estoy aquí puesta,
los pájaros sueltos, la luna de fiesta.

A pesar de todo me besa tu risa,
y el duende, y el angel del vino y la brisa.

A pesar de todo, el pan y la casa,
los chicos que crecen jugando en la plaza...

A pesar de todo la vida perdona!
A pesar de todo y de todas las cosas...

El mate argentino


Il mate è la tipica bevanda argentina. E' una specie di thè che si ricava dalle foglie dell'Ilex Paraguariensis, pianta appartenente alla famiglia delle Aquifogliacee. Le proprietà terapeutiche di questa bevanda sono innumerevoli: depura il sangue da scorie e tossine, è un ottimo coadiuvante nel trattamento delle allergie, aiuta la digestione, fortifica il sistema immunitario, riequilibra l'organismo, rallenta lo sviluppo dell'iperglicemia, blocca l'ossidazione del colesterolo e, soprattutto, contiene 196 componenti attivi tra cui minerali, proteine, vitamine, carboidrati, acidi grassi. Il Mate è indicato anche nelle diete dimagranti, perché riduce il senso di fame. In Argentina, tutti girano con il Mate in mano, dagli autisti dei bus, ai medici, agli studenti. E' anche un vero è proprio rito: il "cebador" (chi lo serve) versa l'acqua fino all'orlo, lentamente, per produrre una schiuma. Il "mate" è passato da una persona all'altra in senso orario e quest'ordine, una volta stabilito, continua. La bevanda si sorseggia da una "bombilla", una cannuccia generalmente metallica con un filtro bombato all'estremità inferiore che impedisce alle foglie sminuzzate di entrare. Un buon "cebador" deve saper tenere il mate vivo senza cambiare yerba per qualche tempo. Ogni persona beve tutto il liquido contenuto nel "mate" e poi lo ripassa al "cebador", il quale continua il giro. Con un "gracias" si indica a chi serve di non volerne più.
Può essere anche preparato come il tè, con acqua a 80°-90°, ponendo un cucchiaino di prodotto per ogni tazza e lasciando in infusione per circa 4 minuti. Io l'ho provato e devo dire che mi è piaciuto, nonostante sia molto amaro; in teoria con lo zucchero è piu' "abbordabile" ma per un argentino mettere lo zucchero nel mate sarebbe come per noi annacquare il caffè ;)

In Italia si puo' trovare la Yerba Mate (l'erba) nei negozi di commercio equo-solidale, ma non so se si trova il Mate e la bombilla, e la preparazione non è fra le piu' semplici, bisognerebbe averlo visto fare almeno una volta...
Tomamos unos mates?



Tomamos mate?

....de Lalo Mir en el programa "Lalo Bla Bla" Radio Mitre

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.
Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.

Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda "¿unos mates?".
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres
serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿Dulce o amargo?". El otro responde: "Como tomes vos".
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de
yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre.
Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un
día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos! mates lavados porque la charla es buena.
La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!".
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, "¿está caliente, no?".
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de
encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.


¿TE SENTISTE INCLUÍDO?.... compartilo entonces con quienes alguna vez tomaste un mate.